La Compañía de Jesús ha declarado en su Congregación General 35 (2008) que
la atención a las necesidades de los migrantes, incluidos los refugiados, los desplazados internos y las víctimas del tráfico de personas, continúa siendo una preferencia apostólica.
Además reafirma que el Servicio Jesuita a Refugiados (JRS) continúe con su actual perfil y orientación.
En 1980 la Compañía fundó el JRS, debido a la gran sensibilidad del entonces Superior General, Padre Arrupe, hacia las personas que huían de graves conflictos armados.
El JRS se había constituido como una red global de los jesuitas para el servicio a los refugiados; en cambio, los servicios jesuitas a migrantes se multiplicaron como iniciativas locales.
Con el tiempo han crecido estructuras de coordinación nacional y continental. Y en este momento se da forma a una red global para impulsar la incidencia pública de la Compañía y de otras entidades de la familia ignaciana en el terreno de las migraciones.
En esta red de estructuras regionales, el SJM se enmarca dentro del JRS Europa, junto a otras organizaciones nacionales de otros países, trabajando en red con la coordinación desde la oficina de Bruselas. El alto volumen de llegada de migrantes y, más recientemente, de personas en busca de asilo y protección internacional, hacia Europa, hace más necesario que nunca el trabajo del JRS en el continente.
El JRS continúa apoyando a personas desplazadas, inspirado por los valores del Evangelio de justicia, amor y compasión por los excluidos. Además, por supuesto la misión de acompañamiento, servicio y defensa de las personas migrantes y refugiadas es la base de la identidad de toda la estructura de JRS.